lunes, 30 de marzo de 2009

Elige tu propio Click



Siempre que me paseaba por la biblioteca de mi colegio tenía el mismo problema. Miraba y miraba muchos estantes con muchos libros. Pensaba que no había nada que mi imaginación no pudiera resistir. Un día la bibliotecaria, la tía Patti, me hizo llegar un libro blanco. En su portada decía “Elige tu propia aventura”. Se supone que los libros transcurren por la mente de cada uno hoja por hoja. Este era diferente.

“Elige tu propia aventura” resultó ser un desafío. No era un libro común. Al final del primer capítulo debía tomar decisiones sobre la forma en que debían actuar los personajes y modificar la historia. Te presentaba distintas opciones y una elección podía determinar el curso de la trama.

En esos tiempos de educación básica el Internet existía, pero no revolucionaba la manera de comunicarse y de informarse como hoy. Particularmente, “Elige tu propia aventura” tiene dos elementos propios de la Web: La interactividad y la hipertextualidad.

La hipertextualidad es la posibilidad de conectar distintos nodos de información a través de enlaces. Es como “Elige…”: una lectura no lineal donde el lector tiene el control y desaparece el factor espacio.

Los medios interactivos tienen una similitud con “Elige tu propia historia”. Hay un grado de interactividad muy potenciado. En ambos se necesita que el usuario interactúe con el sistema para canalizar el resultado. Esto porque el autor cede al usuario, en el caso de los medios interactivos, o al lector el control sobre su obra. Es decir, hay un intercambio de roles. El sentido de la obra depende del usuario y de la navegación.

Hay más coincidencias. Ambos tienen una forma variable. Los contenidos son abiertos y depende de las elecciones del usuario. No existe una estructura fija y central, sino una red de posibilidades que activa el lector al momento de enfrentarse a las posibilidades que le da el libro.

Por otro lado, tanto en los medios interactivos como en el libro ya mencionado, el acto de la narración lo realiza usuario. El lector puede modificar los contenidos, asumiendo la posibilidad de ordenar la secuencia de los contenidos y administrar el tiempo del relato. Después de una breve introducción a la historia, se ofrece al lector la posibilidad de elegir por primera vez entre distintas opciones, que determinarán las acciones que emprenda el protagonista.

Por ejemplo, la primera disyuntiva que aparece en El abominable hombre de las nieves es:

Si decides cancelar tu cita con Runal y buscar a Carlos, pasa a la página 7.

Si crees que Carlos está bien y sigues con la idea de ver a Runal, pasa a la página 8.

(Fuente: Wikipedia)

El lector debe elegir entre dos opciones, cada una envía al lector a una página distinta dentro del libro. De este modo, el relato pasa de tener una estructura lineal a una no lineal con múltiples posibilidades.

Existen múltiples finales, unos mejores que otros. Se debe tener inteligencia para elegir bien. El lector debe demostrar astucia y tomar decisiones éticas. Quizás estos factores ya no estén presentes en los medios interactivos. Quizás otra tía Patti me haga llegar otro libro blanco en la gran biblioteca hipertextual del ciberespacio.

(A continuación un video de lo que es la estructura no-lineal de los medios informativos)

1 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

Punto de partida 1
Desorden 1
Intercambio de roles 1
Hipertextualidad 1
Interactividad 1
Tiempo 1
Tipo de contenido 0
NOTA FINAL 6,0
Comentarios: El tipo de contenido es cerrado, ya que aunque puedas elegir qué hacer no puedes cambiar el texto. Muy bien.

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